miércoles, 14 de octubre de 2015

Fin

Bueno, ha llegado el momento de poner punto y final a una etapa de mi vida, que me ha aportado tantas cosas buenas como malas y que, en definitiva, me ha hecho crecer y madurar. Me voy feliz y tranquila de haberme recuperado a mi misma, haberme llevado unos pocos amigos y alguno que presumiblemente lo será para toda la vida. Me llevo experiencias estupendas y otras no tan buenas, pero como siempre necesarias para encontrar un equilibrio que tanta falta me hacía. El mundo liberal tal como lo conocí ya ni me llena, ni me motiva ni me aporta nada. Sólo me queda ese puñadito de gente con la que de vez en cuando quedaré, me reiré y compartiré la amistad que nos une. Gracias por soportarme y, sobre todo, por entenderme desde el minuto 1, por molestaros en conocerme y por haber disfrutado conmigo de mi yo más mío. Se agradece esa amistad pura y sincera, más allá de los intereses particulares.

Como digo, me voy feliz y tranquila, sin pesos muertos en la mochila pues creo haberlos soltado todos. Bien es verdad que entré en esto con mis taras, como el 98% de la gente. Desengañémonos, gente que entra con su pareja en igualdad de condiciones porque se sienten liberales ambos, pocas. Por no decir prácticamente nadie. La mayoría son pareja insatisfechas de diversas maneras, al igual que mujeres solas insatisfechas (entre las que me incluyo) y hombres que en fin... pues eso. Mucho hombre casado que jode vidas de pobres incautas, que de esos ya he conocido unos cuantos. 

Dejo un ambiente de bajo pelaje en general con el que no me siento identificada, de peajes para follar y polvos pagados y debidos. De mentiras, rumores y falsos testimonios. De miedo a afrontar las realidades y a salir de las zonas de confort. De "me aprovecho de ti mientras me vengas bien y en cuanto ya no te necesite, adiós muy buenas". De terror a significarse y a salir del círculo, del lado "guay". Nunca me he debido a nadie que no fuera a mi misma y me voy con la certeza de que al final he sido fiel a mis convicciones y a mi moral, a mi esencia, por lo que agradezco aún más a los que han permanecido a mi lado. Ellos han sabido verlo exactamente igual que yo y no les ha importado posicionarse, como no me ha importado a mi tampoco. Cierto es que algunos desengaños duelen, pero el tiempo lo cura todo al igual que la certeza de que esos algunos tampoco merecían la pena. 

El morbo mejor búsquenlo en los locales de vez en cuando o en encuentros esporádicos, pero no hagan amistades en esto. Aquí se pagan los polvos, el ser aceptado y el hacer la vista gorda antes los flagrantes atropellos de la dignidad de las personas si quienes cometen todas estas felonías son de los que "molan" o de los que te apetece follarte. Y yo hace ya tiempo que para follar con lo que veo en el ambiente mejor ni me molesto. A nada que uno salga de la abducción del ambiente para mezclarse con la realidad, como he hecho yo estos últimos 5 meses, se da cuenta del escaso nivel físico que encontramos, de la poquita clase que hay y del intelectual... pues también justito. Así que me vuelvo a mi ambiente, a mi gente de toda la vida y a lo que estoy acostumbrada. 

Mucha suerte a los que os quedáis, guardaros las espaldas y sed fieles a lo vuestro, que al final es lo único que importa, lo único que permanece para siempre. A los amigos... nos vemos en los bares!!!! (y tenéis mi móvil, coño, para qué más....)

Sed muy malos.....

miércoles, 23 de julio de 2014

El buenrollismo

Hace un par de meses me encontré con una entrada de un blog que hablaba del buenrollismo y la verdad es que me encantó. Os dejo el link por si os apetece un poco de culturilla de esa de salón:



La verdad es que lo leo y estoy tan de acuerdo que parece que lo he escrito yo. Es impresionante, pero ahora que el mundo "internet" está en boga, que las relaciones humanas son mucho más variadas e inmediatas, se ha desarrollado este buenrollismo de una manera apabullante. El deseo de ser aceptado en un grupo, de no ser la nota discordante, de mantener el buen rollo a toda costa... eso y el no entender que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre y que lo que es válido para ti no lo es para otro nos lleva a situaciones realmente absurdas y faltas de toda coherencia. Y no hay nada en esta vida que me moleste más que la falta de coherencia en una persona.

En uno de los foros en los que me muevo es impresionante la cantidad de conductas gregarias que se observan. Hay varios tipos a cada cuál más simpático (entiéndase simpático como una gran ironía):


  1. Los que se creen que su moralidad es superior a la del resto. 
Yo con estos realmente me muero de risa y esta vez de verdad. Son los que vienen a dar lecciones al resto de lo que está bien y está mal, arrogándose una suerte de moralidad superior que les hace vernos a los demás (valientes y simples mortales) como seres indignos e infradesarrollados. Lo curioso es que siempre se posicionan de un lado, incapaces de ser imparciales, por lo que esa moralidad queda empañada por amiguismos y "enemiguismos". Así, no existe el rasgo de lo moralmente "mejor", que es si me apuráis el posicionarse y el redimir. Lo que en mi casa se ha venido llamando toda la vida: conciliar (la empatía, vaya). 

Había una en el foro en cuestión que se hartaba de criticar la mala educación de los "escribientes", de que buscábamos bronca... pero oye, cada vez que ella leía algo que no le cuadraba llegaba El Corte Inglés con las rebajas y repartía leña a diestro y siniestro estuvieras o no metido en la polémica. Al final, se fue con una frase de estudio psicológico cuando menos: "seguir perteneciendo a él (el foro) me resta dignidad". Olé tus huevos, chata. Bueno, yo estoy encantada de ser "indigna" si eso significa no parecerme a ti, ni tener nada que ver contigo, con lo que representas o con lo que, simplemente, eres. Pero no te arrogues esa moralidad superior llamándonos a todos maleducados cuando eres capaz de soltar semejantes perlas por tu boca.

También los hay que van a su rollo total, cosa bastante lícita, que son todo amor, candidez y buen rollo hasta que tocas a sus "follables" (que no amigos) y entonces se revuelven como víboras y en un alarde de total imparcialidad lanzan acusaciones como: 


  • "Hay cosas que no deberían permitirse": como cuáles??? oh, gran gurú del buenrollo, ilumínanos!!! 
  • Algo así como echar mierda sobre los demás de una forma determinada.... que digo yo... se puede echar mierda o no? o sólo se puede echar mierda sobre quienes vosotros decidís? o sólo puede hacerse de la manera que vosotros consideréis oportuno? debe ser que nadie tiene en cuenta que para que otro lance mierda a diestro y siniestro (sin nombres, que no se nos olvide) cuando siempre ha sido una persona apreciada y querida (y si me apuras, hasta normal) es que está hasta lo más alto? es que puede ser que alguien le haya hecho tanto daño que no le ha quedado más opción? nada, a este pobre le pasa como a mi, que encima de puta, apaleada. 
  • Guardar silencio..... vaya tela. Y con ese silencio vamos a dar por buenas conductas deleznables que pisotean, esas sí, la dignidad de terceros. Pero sí señor, mejor ir con el buenrollismo por delante y no decir nada aun cuando sabes que hay tremendos hijos de puta jodiendo al personal. Pero claro, como a mi me gustan y yo me los follo, prefiero llevar una venda en los ojos, hacer de mi capa un sayo y no sólo eso.... culpar a los demás para desviar la atención!!!! con 2 cojones!!!!

     2. Los nuevos vengadores.

Estos son los que no saben de qué va la vaina, pero como son muy nuevos y sólo conocen a una de las partes, le rinden devoción y pleitesía en una suerte de secta pseudosexual. "Vamos, hermanos, no penséis no vaya a ser que os dé una apoplejía". Y perdonan supuestas conductas no muy correctas que minan de forma real el buenrollo ese que abanderan pero que como no se ven... como son de sus colegas.... al final la culpa de que ese buenrollo desaparezca la tiene el que está hasta las pelotas y grita. Entonces se le echan encima por rompedor del buenrollo... Entonces a ver, que a mi me lo expliquen: qué fue antes, la gallina o el huevo??

No sólo eso, sino que en defensa de sus gurús se dedican a echar mierda por todos lados (que de hecho, son los únicos que esparcen mierda porque el que ha abierto el melón con un post ha tenido bastante), pidiendo que vuelva el buenrollo y no dándose cuenta de que eso es lo que todos queremos, pero que mientras sigan con sus mensajes venenosos de amenazas veladas criticando al primero y pidiendo buenrollo, el buenrollo no aparece. Es más, se aleja. Muy coherente, no?


    3. Los que no vienen a hacer amigos.

Estos son un poco como los anteriores. No vienen a estos foros a hacer amigos, sólo vienen a follar. Si oyen algo malo de una posible presa o de alguien a quien ya tienen entre su círculo de folleteo, se eximen en plan Shakira (sí, esa canción de "Bruta, ciega y sordomuda") aludiendo a que a ellos no les gustan estas cosas (pero vamos, que de otros que no corresponden a los 2 parámetros antes señalados les da igual si hablan mal o no). Alguna vez, pocas, petan y dicen lo que realmente piensan y entonces se convierten en los del tipo 1 casi siempre, sazonados con pinceladas del grupo 2. Muy válido todo.


*********************


Ya se ha visto otras veces que gente muy válida y educada, capaz de polemizar de forma sana, ha terminado marchándose por ese buenrollo mal entendido. No sé, seré de las que piensa que se puede debatir de todo y que los diferentes puntos de vista enriquecen más que separan. Aquí va a ser que no, vamos a tener que ir todos con el pensamiento único por delante, viviendo en "La casa de la pradera" virtual, aunque por detrás vuelen cuchillos como para darle gusto a un fakir. Negar esa realidad es como querer vivir sólo de día, pero allá cada cual. 

Yo no sé quién es más culpable (o responsable, que me gusta más esa palabra), si al que han agraviado supuestamente por detrás o el que por eso agravia a los otros a la vista de todos. Cada uno sabrá sus motivaciones particulares para hacer determinadas cosas. Pero me molesta sobremanera que se simplifiquen las cosas, se parcialice, se carezca de una empatía total y absoluta y ya, simplemente por llevarle la contraria a la manada se culpabilice a unos y se santifique a otros. Unos hacen la guerra por delante y otros la hacen por detrás, no seamos nuevos, por favor. Que los mensajes privados y los chats de whatsapp van que vuelan. Sí, sí, que nos hemos dado cuenta, eh??? que gente que llevaba la de Dios sin entrar en el foro es haber movida y entran, siempre defendiendo a la parte públicamente agraviada. Qué casualidad, no? Llamadme mal pensada, pero hace tiempo que no creo en las casualidades. Bueno, para muestra un botón: escribo si llega un post cada mes o 2 meses. Es escribir la entrada anterior sobre hombres tóxicos y oye, 6 horas más tarde ya tenía una llamadita del que se sintió agraviado. Así que oye, PORTERAS, que sí, que sé que me leéis porque en el fondo os mola que os den caña y porque tenéis una vida taaaan aburrida que tenéis que seguir manejando los hilos en la sombra, ya podéis irle a quien consideréis oportuno con el cuento de esta entrada que sabéis? ME LA PELA.

Ahora, y después de todo esto.... quién defiende el buenrollo? quiénes son los buenrollistas? Yo, desde luego, ni soy buenrollista ni lo seré jamás: no va en mi ADN. Soy la mosca cojonera y la de las verdades molestas... o si no verdades, la de las preguntas y cuestiones incómodas. Si te gusta, bien; si no.... mira dónde tienes la puertita, maj@





miércoles, 21 de mayo de 2014

Hombres tóxicos: el mentiroso seductor, manipulador e infiel

Hace un tiempo que a pesar de encontrarme bastante mejor, he empezado a leer unos libros no tanto ya de autoayuda, sino de esos que te ponen delante de ti lo que antes no sabrías o no podrías reconocer: libros acerca de las personalidades tóxicas. Como es bastante evidente, si alguien se toma la molestia de leerse todo mi blog desde el principio llegará a la conclusión de que fui víctima (aunque en estos libros se huya de esa palabra) de un hombre tremendamente tóxico. Bueno, uno no, 2. El primero fue mi ex marido; el segundo, el que relato en este blog prácticamente día sí, día también. Ambos hombres tóxicos pero de categorías diferentes.


Hoy me voy a ocupar del Mentiroso seductor, manipulador e infiel, tal como lo denomina Lillian Glass. Ella dice:


"Este tipo de hombre es siempre muy halagador y muy cortés. Aunque en un principio no confíes en lo que dice, suele ser tan convincente que al final acabas creyéndole. Se dedica a alimentar tu ego constantemente, así que lo querrás cerca de ti. Normalmente es muy amigable y cautivador cuando lo conoces, una conducta típica de los hombres con tendencia al engaño. Pero sus bromas halagadoras pueden convertirse en comentarios desagradables en un abrir y cerrar de ojos si no consigue exactamente lo que quiere de ti. Si le echas en cara su forma de flirtear o aventuras, no te sorprendas si consigue darle la vuelta a la acusación y dirigirla a ti, intentando que pienses que eres tú la que tienes el problema o que no son más que imaginaciones tuyas. Tiene una habilidad única para cambiar el sentido de tus palabras y sabe exactamente lo que necesita decir para que la conversación dé un giro de 180 grados y se ponga a su favor" 1


De manual, vaya. Este sujeto me cogió a mi en lo peor de mi vida, con la autoestima destrozada y sintiéndome lo peor que había pasado por la faz de la tierra. Fea, poco deseable, mala madre y mala compañera. Y justo hizo lo que aquí se dice: alimentó mi ego de forma constante, de manera que me enganché a él. No me enamoré, como él quiere hacer creer a todo el mundo ni como muchos piensan, me enganché a esa sensación de mi ego flotando por primera vez en años y no era capaz de alejarme de él, aunque veía cosas que no me gustaban.

Con el tiempo, empecé a ver la cantidad de mentiras que me contaba. Ahora no es que las vea, es que hay veces que me digo: pero cómo pudiste ser tan estúpida?? Para muestra un botón: recuerdo una tarde que habíamos quedado para pasarla juntos, en un hotel, disfrutando el uno del otro. Por aquella época él estaba en Inglaterra por trabajo e iba y venía constantemente (o eso decía, porque sigue igual, viajando sin parar siempre que le resulta oportuno). Bien, aquella tarde me hizo creer que había venido desde Londres para pasar la tarde conmigo y que inmediatamente después se iba porque perdía el avión y al día siguiente tenía que trabajar. Claro... ¿cómo me sentí yo? La hostia de importante. ¡Que alguien hiciese eso por mi, que no valía nada! valiente idiota... Al cabo de los años, un día cuando todo estaba ya acabado le hablé de esta tarde... su cara me demostró que había sido una más de sus patrañas para alimentar mi ego y tenerme pillada por donde más podía.

Otra noche, al final ya casi de nuestra relación, me rehuyó por enésima vez (rehuyó cualquier tipo de contacto sexual y físico, se entiende) aludiendo a que estaba hecho polvo porque estaba cansado y su abuelo estaba malo y bueno, qué sé yo. Total que me cambió la cama por un bar. Y allí que fui yo idiota de mi. No sé a qué se debería, pero después de estar un buen rato charlando entre nosotros y con el camarero, que era amiguete, me suelta:

1) Que soy una niña de papá, pero que esté tranquila, que él me entiende porque a él la gente también le tenía envidia por tener sus padres la casa que tenían cuando era pequeño y por llegar a donde había llegado.

2) Que me había acelerado y no paraba de dar mis puntos de vista dejándoles a ambos callados, que según él no paraban de intercambiar miradas cómplices como o bien riéndose de mi o bien pensando lo pesada que era. Pero que me lo decía por mi bien para que me corrigiese y no hiciese más el ridículo, que si me pasaba algo ahí estaba él para ayudarme.

Vamos, así hasta que me hizo llorar, dudar de mi misma e irme a mi casa con un sentimiento de ser una mierda tan brutal que casi se me quitan las ganas de volver a salir. Menos mal que tengo una voz interior que de vez en cuando sale y me dice: anda ya! No es que yo tuviera un problema, es que él ya tenía a otra. Y cuando le empecé a decir que por qué estaba de bajón, que ya nunca estábamos juntos, que no me buscaba, etc.... pues dale, lo convirtió todo en lo que le dio la gana para desviar mi atención y hacerme sentir de mierda.


"Por desgracia, con este tipo de manipulaciones siempre pierdes tú. Para un hombre de este tipo saber exactamente qué tiene que decir es su forma de reforzar su poder y alimentar así un ego infradesarrollado y frágil como el suyo. No siente ningún remordimiento cuando te miente. Seguirá mintiendo y tergiversando las cosas para que parezca que todo es culpa tuya incluso si le pillas, literalmente, con el culo al aire" 1


Y sí, efectivamente así es. Una de las cosas que más me sorprende es que no he sido ni la primera ni la última en sufrir a este sujeto. Que yo sepa, antes que yo hubo una y después unas 3 más. Ahora está con otra. Su discurso es siempre el mismo: que nosotras nos enamoramos pero que él, en todo momento, nos dijo lo que había. MENTIRA. Para él, la culpa la tenemos nosotras por enamorarnos de él, a pesar de que él lo había dejado todo claro desde el principio. ¿Qué culpa tengo yo de que se crean cosas que no hay? dice. Y así, como es encantador y seductor, la gente que no le conozca dirá: normal, es tan majo que ellas se enamoran y luego a reclamar. ¡Qué bobas! convirtiéndote en una doble víctima, de su maltrato y de la culpabilización que sufres por parte de los demás, mientras ves que él se va de rositas y sigue y sigue jodiéndole la vida a la gente. 

Vamos, que sí, que la culpa la tuve yo por enamorarme. Que él me manipulara y engañara para hacerme sentir cosas, que me dijera cosas que yo específicamente le pedí no decir, que jugara conmigo hasta que se cansó, hasta que vio que a mi no me molaba que me comprara ropa, que me construyera a la imagen que tiene él de una tía tremenda en la cabeza; que le cuestionaba, que ya no me reía de sus historias porque o son siempre las mismas o son mentira... y apareció otra que empezó a idolatrarle. Ahí, fin Pilarín.

Porque esa es otra, todas cortaditas por el mismo patrón:

1) Chicas con la autoestima baja
2) Chicas que por eso no se sienten deseadas, ni guapas
3) Chicas que no conocen el ambiente liberal

En fin, chicas fáciles de subir el ego a base de halagos, de comprarles ropa, de hacerles fotos sugerentes, de pasearlas del brazo como si fueran un Vuitton... Chicas a las que incluso pagarles viajes, maquilladores y peluqueros para que brillen gracias a él. Chicas a las que llevar y traer y deslumbrar. Ser el macho alfa de la manada que te enseña de qué va la vida y, en este caso, la vida liberal. Y como dice Lillian Glass, sabe qué decir exactamente para tenerte donde él quiere y darle la vuelta a lo que tú digas para hacerte culpable de algo que sólo él provocó.


"El mentiroso seductor:

*Repetirá palabras y frases, como: "Y fui a... Y fui a...".
*Hará pausas más largas de lo normal.
*Un mentiroso o un hombre con tendencia al engaño normalmente te dará más información de la que le has pedido.
*Se saldrá por la tangente hablando de algo que no tiene nada que ver con lo que tú le has preguntado.
*Introducirá constantemente coletillas como "¿sabes?" o "¿no?"
(...)

El mentiroso seductor, manipulador e infiel se encogerá de hombros muchas veces, moverá los pies, los girará hacia el interior haciendo que las puntas se miren (...) para expresar incomodidad. (...)"


"El mentiroso seductor, manipulador e infiel es propenso a invadir tu espacio personal en los primeros momentos, acercándose físicamente para dejar claro que se siente atraído e interesado. Es probable que te roce "accidentalmente" y que haga que el contacto se prolongue para demostrar más abiertamente que está interesado. Como los mentirosos seductores están muy cómodos con sus cuerpos, su postura relajada hará que tú también te sientas cómoda cuando estés con él. Es posible que adopten una postura claramente sexual, echando atrás los hombros para exponer más su torso en un intento de atraer mayor atención femenina. (....)

También mostrará otros movimientos faciales seductores como, por ejemplo, tener una sonrisa relajada, mostrar los dientes superiores, hacer un discreto mohín sexy con el labio superior combinado con una mirada fija, y posiblemente humedecerse los labios de una forma sutil y relajada"


No digo más.... casi os emplazo a que leáis mi entrada en este mismo blog titulada "Machos Alfa". Calcadito.

En fin, sólo pretendo que aunque nadie escarmienta en cabeza ajena, si estás cerca de alguien así, si reconoces patrones como los que aquí expongo... por favor, sal corriendo sin mirar atrás. No pienses que es que a mi me engañó y a ti eso no te va a pasar, porque te pasa; que es que yo me enamoré y por eso la culpa es mía, ¿qué culpa va a tener él con lo encantador que es?; pregunta, pregunta a la gente que le conoce desde antes de aparecer tú, infórmate... incluso si te lo cuenta él mismo, como hizo conmigo, poniéndome sobreaviso. Esta es muy buena...

A mi nada más conocerme lo primero que me contó fue cómo una loca se había enamorado perdidamente de él y cuando él le dijo que no era su pareja y que nunca le había dicho tal cosa, la otra montó en cólera y lo puso a parir delante de todo el mundo hasta el punto de que tuvo que huir con el rabo entre las piernas. Según él, ella era como el demonio en la tierra y le tenía un asco brutal. Yo por entonces pensaba: vaya mala pécora. ¿Pues si se lo ha dejado tan claro por qué se enfada? El resto, es historia....vamos, que me lo había advertido hasta él mismo con su realidad distorsionada y tergiversada. Como dice mi madre.... cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Pues eso.

No me extiendo más, pero podría estar media vida contando cosas de no dar crédito, pero en el fondo lo que quiero es que os leáis la entrada y toméis nota, para porsi....

El próximo día, otro hombre tóxico: el obseso del control, furioso y déspota.























1 Del libro "Hombres tóxicos: diez maneras de identificar, tratar y recuperarse de los hombres que nos hacen la vida imposible" de Lillian Glass

miércoles, 30 de abril de 2014

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Casting de bisexuales

De verdad que es para matarse de risa. Estamos aquí unas compañeras de fatigas y yo dirimiendo si es posible que existan hombres bisexuales para hacer un trío HMH en el que participemos los 3 y la cosa se torna harto complicada. Y, sinceramente: mi no entender. Estamos en un ambiente liberal, no? pues no. Se presupone en este ambiente muy alegremente que el 99`9% de las mujeres somos bisexuales, bicuriosas, heteroflexibles, que hacemos el pino montadas encima de una bici.... en fin, no sé cuántas cosas más. Pero no, señores.... lamento romperles el "nuevo sueño americano". Hay muchas mujeres HETEROsexuales. Sí, sí.... como lo leéis. 

Yo misma soy heterosexual. Me estresan los tríos con un hombre y una mujer cuando ellos son pareja, porque parece que voy a golfear con el tío ignorando a la tía por completo. Y es así: en ese caso considero a la mujer como un mal necesario que me ha tocado sufrir por estar con su pareja. Cierto es que las pocas veces que he hecho un trío de esas características he tenido la inmensa suerte de que la pareja en cuestión sean ya más amigos que otra cosa, con lo que no tengo mucho problema y en algún caso, he jugado con ella porque realmente me apetecía. Y diréis entonces que tengo una de esas características anteriormente descritas.... pues no. No siento ninguna curiosidad por estar con una mujer y no me gustan. Distinto es que en el momento en cuestión no me importe jugar, pero vamos, lo hago como parte del bien común.

En este sentido, tampoco entiendo por qué los hombres son más machos casi que en el mundo vainilla. Es que no lo entiendo... así que encontrar a mínimo 2 hombres bisexuales, bicuriosos, heterflexibles.... etc.... que encima estén buenorros (sí, lo siento, soy una snob y una chunga, pero es mi fantasía y para eso busco y pido lo que quiero) y que se quieran meter en la cama con una es, como diría yo... ciencia ficción.

Total, que hemos empezado un casting con el consiguiente choteo del personal masculino machorro que conocemos, pero nosotras estamos muy decididas y al final encontraremos lo que buscamos aunque me tenga que follar a media España. He de decir que contamos con la colaboración de un amigo especial, que nos está surtiendo de candidatos, aunque todavía no hemos tenido tiempo de echar mano de ellos. No es por falta de ganas. 

Así y todo, el sábado pasado comenzó el casting con un chico que en principio no ha probado su bisex-curiosidad pero que me dijo tenía ganas. Total, que quedamos en un local en el que se había planeado una quedada a la que iban varios amigos (llamadme antigua, pero a mi eso de quedar con un tío que no conozco de nada en un local no me motiva nada, vaya a ser que me haga algo) y quedamos en vernos en la esquinita de la calle, por eso de no parecer muy gilipollas saludándonos en la puerta siendo 2 completos desconocidos. El chaval muy majete, la verdad. Estuvimos de palique la mitad de la noche (y eso que yo soy medio muda) y acabé pelín perjudicada con tanta cerveza. Cerveza añadida al vino de antes que me había tomado en un festival del vino con una amiga. En fin, sí... pedísimo. Qué se le va a hacer, no tengo remedio. 

El muchacho aprovechó la coyuntura y de meterme el morro a encontrar un hueco donde apoyar el culo ná más, arrancarme las medias (que allí se quedaron olvidadas porque llevaba no una carrera, sino la maratón de Nueva York entera) y bajarme las bragas fue todo cosa de medio minuto. Y ahí me vi yo de repente, dándolo todo. Y qué todo. Se me iba la cabeza (también por el alcohol, sí), pero lo pasamos muy bien. Decidimos explorar otros aposentos y bajamos a la planta siguiente donde hay una enorme cola que de verdad de la buena, estaba abarrotada. Conseguimos un hueco y ahí que nos pusimos los 2 con más empeño que fortuna a intentar pasar un buen rato. Pero estábamos ya en las últimas. Él se subió a por una copa y yo, con 2 cojones, me aovillé en medio de las 20 parejas follando y me quedé frita tan a gusto. Sí creo recordar que alguien me empezó a tocar la pierna, pero debió de ver que sólo abría un ojo a media asta y desistió. Tirarse a una muerta no debe estar muy de moda. La verdad es que no sé cuánto tiempo dormí, pero me sentó de muerte. Y el pobre de mi acompañante lo debió de flipar al ver que no subía, bajar y verme ahí roncando a pata suelta. Si lo flipó, no dijo nada; me zarandeo un poco, me levanté, nos fuimos y a otra cosa, mariposa. Vamos, que nos dijimos adiós en la puerta (el camino andando hacia mi casa se me hizo tan largo como el camino al purgatorio si es que existe) y caí rendida no, lo siguiente.

Ahora lo recuerdo y fue entre gracioso, curioso y sensual, pero por fin les pude decir a las otras que ya teníamos al primero de la lista. Eso sí, como el tema vaya a este ritmo les he dicho que necesitaré un plus por agotamiento y que se lo vayan tomando con calma, no vaya a terminar yo fundida para que disfruten ellas. No, no......

jueves, 13 de febrero de 2014

El trapecio

Subida al trapecio miro la pista con cierta nostalgia. Aún recuerdo los días en que era una simple animadora del espectáculo, aterrorizada por el griterío del público casi más que por los leones. Vestida con un simple body elástico y sin apenas maquillaje, recorría el espacio de la pista anunciando los números, cartel en mano, alzando bien los brazos e intentando ocultar el sonrojo de mis mejillas por la profunda vergüenza que aquello me daba. Sonreí para mis adentros…. Qué cerca en el tiempo y que lejos en el corazón.


No me doy cuenta, pero rememorando tiempos pasados he comenzado a mecerme en mi trapecio, levemente, adelante y atrás, dejando que el aire que se produce con el simple movimiento acaricie mis desnudas piernas. Estoy sola, en la noche del circo, preparando la función del día siguiente. Me gusta la soledad, cuando todo está en silencio y puedo moverme con libertad, intentar las más arriesgadas piruetas sin el estorbo de miradas y de ropa, pues cuando ensayo lo hago semidesnuda. Un culotte y un top justo para contener mis senos, descalza, pelo suelto…. Sí, suelto. Sé que se enreda y a veces me dificulta ver, pero sentir cómo golpea en mi cara hace que cierre los ojos y me concentre en cada movimiento, en cada giro, en cada torsión del cuerpo.


Cambio el trapecio por las cortinas de seda que hemos incorporado al espectáculo. Rojas carmín, como el de mis labios….. ojos oscuros que intensifican la mirada si me digno a fijarla en algún punto más allá de mis cortinas. Me deslizo por una de ellas, las piernas enredadas que sienten cómo la seda las acaricia de principio a fin, hasta tocar el suelo con las puntas de los dedos. Está frío y un estremecimiento recorre mi espina dorsal. Sólo tengo que desenganchar la otra y ya estaré lista para empezar. Las enredo en mis antebrazos, agarrándolas fuertemente con las manos y empiezo un balanceo suave primero, más agresivo después, comprobando cómo a ras de suelo soy capaz de ganar velocidad y de sentir el poder de mi cuerpo formado para jugar con esas cortinas. Porque en definitiva eso es lo que hago: jugar.





Cuando por fin paro estoy sudando, en un estado de semi inconsciencia…. Bah, no puedo seguir, necesito que alguien me ice las cortinas una vez enganchada para probar la postura en ese vertiginoso ascenso hasta el cielo del circo. Voy en busca de Marco, que es el que se encarga de la parte técnica de mi espectáculo. No ando mucho, pues lo descubro en la puerta, apoyado en el vano, con un cigarro a medio fumar. La pequeña luz roja cercana a sus labios es la que me da la pista para saber que es él, pues la luz que entra por la puerta hace que las sombras sólo delimiten su silueta, ocultando lo demás.


-“Marco… ¿puedes…?”


-“Claro”- no me deja terminar. Qué manía tiene este hombre de dejarme con la palabra en la boca mientras me taladra con sus ojos negros de mirada intensa.


Aletea la mirada con un par de golpes de pestaña y ya me tiene embrujada. Bien sabe hacerlo, dejarme ahí plantada con el coño empapado sólo con una palabra y sus penetrantes ojos. Agito la cabeza para librarme de la sensación de desasosiego que me acaba de invadir y vuelvo al centro de la pista, a mis cortinas de seda rojas.


Engancho mi brazo derecho en una cortina, la pierna izquierda en la otra, enredándola hasta tocar mi ingle. Cuando las cortinas ascienden a toda velocidad mi cuerpo se tensa y empiezo a sentir la presión de las cintas en mi cuerpo. Una vez arriba me inclino en posición horizontal y noto cómo me sujetan con fuerza, sin dejarme caer. Con el cuerpo completamente en tensión inicio la maniobra que me hará ponerme cabeza abajo, con el pelo colgando en cascada, enganchada sólo con mi pierna. Ya no pienso en nada, sólo en no caer, en dejar mi cuerpo en vertical, con los brazos buscando la parte baja de la cortina  para fundirme en ella. 


Marco me sonríe desde arriba y me guiña un ojo, como diciendo: “vas bien, princesa”. Así que bajo la vista para buscar el enganche con mis manos cuando veo a Silvio al pie de la cortina. Espero con el corazón encogido a ver qué hace ahí…. Y en seguida lo sé. Agarra la cortina en la que estoy y comienza a moverla en círculos suaves pero firmes, cada vez más amplios y rápidos, lo que me obliga a modificar la postura y enganchar la otra cortina. Empieza el baile entre las 2 cortinas, círculos cada vez más rápidos e intensos sobre mi misma y de repente Silvio suelta su agarre y me deja deshaciendo el camino andado, esta vez girando en el sentido contrario hasta que sé que debo soltarme y en una última pirueta bajo hasta el pie de pista dejando deslizarse la cortina de la pierna que me deposita en el suelo …. No. Miento. En el suelo no… en los brazos de Silvio en una perfecta combinación de velocidad, reflejos y arte que resuelve el movimiento entero de una forma perfecta y tremendamente sensual. 


“Silvio”, pienso para mis adentros mientras estoy colgada de su fibroso cuerpo para no caer y por qué no decirlo, de su mirada que sujeta la mía con arrogante descaro. Al desenganchar mi pierna asida a sus brazos termino pegada a él para no caer. No me atrevo a volverle a mirar, pues es tan atractivo y seguro de sí mismo que hace que una tonta vergüenza me consuma. Así que sigo quieta, pegada a su cuerpo con la cabeza gacha, sin notar que Marco se ha acercado por detrás hasta que siento cómo la cortina que queda a mi espalda se empieza a enroscar en mi cuello. Un tirón delicado pero firme a la vez me separa de los brazos de Silvio para pegar mi espalda al pecho de Marco y notar una fuerte erección entre mis nalgas. Marco aprovecha y con la misma cortina que aprisiona mi cuello ata mis manos a la espalda y es justo cuando siento las manos de Silvio recorriendo mi pecho apenas cubierto de un mínimo trozo de tela. Se me yerguen los pezones al tiempo que empiezo a temblar de deseo, con los ojos aún cerrados, abandonada al placer que sé que me espera. 


Marco no tiene prisa en tomarme. Se detiene en bajarme el culotte hasta los tobillos, dejando que sea Silvio quien me excite poco a poco, como saben que me gusta. Apretándome los pezones, Silvio me besa como sólo él sabe hacerlo. Su lengua caliente y húmeda provoca que humedezca también otras partes de mi cuerpo que Mario, agachado como está, comprueba con sus dedos. Satisfecho, me masturba con suavidad, llevándome in crescendo a una excitación brutal que amenaza con doblarme por la mitad justo en el momento en el que noto su lengua lamiéndome despacio. No aguanto más y abro las piernas para dejarle hacer. Ya lo saben, soy suya y eso se refleja en sus caras de satisfacción y en la rapidez con la que se liberan de su ropa, dejándome jadeante y a la espera, violentamente excitada y sin poder hacer nada por remediarlo. 


“Malditas cintas” pienso para mí.


No sé todavía que mi tortura no ha terminado. Una vez desnudos vuelven a manipular las cintas. Cada uno engancha uno de mis brazos a una cinta, suspendiéndolos por encima de mi cabeza. Repiten la operación con mis tobillos, dejándome alzada en las cortinas de seda rojas, como en un balancín, con las piernas totalmente abiertas y expuesta. Es el turno de Mario, que se coloca frente a mi, me agarra de la cintura y las cintas colaboran  para que me ensarte con su polla enhiesta en un abrir y cerrar de ojos. Se me escapa un profundo gemido y le veo sonreír, mirándome con sus ojos negros y profundos nublados de deseo. Me embiste una y otra vez ante la mirada cada vez más ardiente de Silvio que en una de las acometidas, me frena agarrándome de la cintura. 


“Comparte, compañero” le dice a Mario socarronamente.


“Ok, espera” contesta Mario y desaparece. Al poco noto como las cintas bajan un poco más, dejando mi culo a ras de suelo.


En seguida aparece y pregunta a Silvio: “delante o detrás, compañero?”


Tengo la sensación de que lo que yo diga no va a ser tenido en cuenta en absoluto, así que opto por callar y disfrutar de lo que estoy sintiendo y de lo que está por venir. Silvio no dice nada y se echa bocarriba en el suelo. No entiendo muy bien a qué viene eso hasta que siento cómo, con dedos expertos, Silvio va abriendo poco a poco mi culo. La cabeza me da vueltas cuando Mario, arrodillado, me lame el coño y me penetra con dedos expertos. No pasa mucho para que Silvio cambie los dedos por la punta de un capullo brillante y apetecible que se abre paso dentro de mi con pequeños empujones. El dolor que siento, mezclado con el intenso placer que Mario me está regalando hacen que no diga nada, que me deje llevar y que empiece a gemir violentamente. 

Mario está al tanto de los movimientos de Silvio. Cuando ve que estoy siendo follada por él a buen ritmo y mi receptividad es total, se arrodilla y sin más me vuelve a penetrar. Lo hace con tanta fuerza que grito abriendo mucho los ojos, sorprendida. Pero él no se arredra. Me agarra del cuello y mientras me sigue follando suspendida como estoy en el aire, con la polla de Silvio en mi culo y la suya en el coño, me regala un profundo beso que no ahoga del todo mis gemidos. 


“Dios”. Sentir ambas pollas moviéndose dentro de mi, buscando su propio placer a la vez que me regalan el mío multiplicado por 2 hace que, definitivamente, ese orgasmo que llevaba tiempo pugnando por invadirme lo haga al fin, atenazando mi vientre y saliendo en forma de grito de mi garganta. Un grito prácticamente animal que les lleva a incrementar el ritmo de sus embestidas hasta alcanzar ellos mismos el clímax, Silvio primero, Mario después, acompañando los últimos espasmos que me sacuden con fuerza. 


Nos quedamos los 3 en silencio, jadeantes, sin saber ni querer decir nada, empapados en nuestros mutuos fluidos. Me siento tan plena y tan llena en todos los sentidos que, sinceramente, la actuación de mañana me importa bien poco si todos los ensayos van a ser como este.


sábado, 21 de diciembre de 2013

Masters of Sex: los sentimientos de las mujeres y de los hombres

He comenzado a ver la serie de "Masters of Sex" recientemente y me ha sorprendido gratamente. Es curioso cómo la sociedad ha cambiado tanto en cuanto a su visión del sexo y tan poco en cuanto a lo que es realmente importante: las relaciones humanas entre hombres y mujeres en cuanto a afectos se refiere. No ha cambiado nada. Y además el visitando de la serie me ha hecho volver a la escritura. A volcar lo que ya llevaba tiempo pensando, lo que ha venido refrendado por esta serie.

En el amor y en el sexo lo peor que le puede pasar a una mujer es sentirse humillada.Y hay tantas formas de humillarnos que se le ponen a una los pelos de punta sólo de pensarlo. A pesar de los estudios  realizados, de los años pasados, la humillación siempre viene igual y los hombres o siguen sin ser conscientes o les da absolutamente igual. No sé qué es peor, si pecar de actos o de omisión de ellos. Y es tan grave, tan doloroso, que como no estemos atentas nos puede destruir.

Una mujer, diga lo que diga, necesita sentirse deseada por su pareja. Y no sólo por la suya de toda la vida, sino también por una pareja eventual. Cierto es que es más difícil que una pareja eventual te haga sentir humillada por lo menos en cuanto a deseo sexual se refiere, porque eres la novedad y eso en sí mismo ya excita. Pero no todo es eso. ¿Qué hace que una mujer se sienta humillada por un hombre en el terreno sentimental, sea cual sea su índole?



Ver en los ojos de su pareja una total y absoluta falta de interés. 

Que ya no la busca, que ya no le importa hacer el amor con ella, que no hay novedad ni pasión. Y creédme, se nota. Una mujer sabe perfectamente cuando la otra persona la desea. Cuando existe ese deseo que quema, que rompe, que te vuelve loca y no por lo bueno que sea él en la cama, sino porque lo ves en pequeñas cosas. En cómo te trata, cómo te mira, cómo no puede apartar sus manos de ti... cómo le da todo igual siempre y cuando sea contigo, cómo no existe nada que le repugne de tu persona....

Nos damos cuenta, hombres del mundo. No os lo hacemos saber, pero lo notamos. Y depende de muchos factores el que decidamos seguir ignorándolo o plantarle cara y decir: hasta aquí. No hay trucos, sólo hay que ser lo suficientemente sensible como para darte cuenta de que en realidad, eso que te hace sentirte mal y que no sabes explicar es falta de deseo por parte de él. Lo intuyes y presientes, las mentiras o intentos de ocultar situaciones para las que uno no está preparado. Tardaremos más o menos, pero nos damos cuenta.

Es humillante que te traten de idiota, que piensen que no te das cuenta de que cada vez pasan menos tiempo contigo, que el tiempo que pasan contigo es para cubrir el expediente pero que tienen la cabeza en otra parte.  Que no encuentran momentos para estar a solas contigo, para interesarse por tus cosas... que te ocultan información tremendamente importante y dejan que nosotras, que le damos vueltas a todo, pensemos que es nuestra culpa. Como siempre pasa.




La infravaloración de una misma por el otro

Y no, no hace falta que te digan que no vales una mierda (que también los hay). Pero lo ves y lo oyes. Cuando planteas temas que son importantes para ti y los obvian, cuando te dan largas porque no quieren decirte que no. Cuando notas que quieren pasar más tiempo con otros que contigo, que cualquier otra compañía es más agradable que la tuya, cuando te dan largas para no tener que follar contigo.  Cuando ves que fuiste un objeto y no una persona. Aaahh, esta es una de las más sorprendentes. Le ves con la siguiente haciendo las mismas cosas que hacía contigo, diciéndole las mismas cosas que te decía ti, llevándola a los mismos lugares especiales... y joder, ¿eso no humilla a una mujer? porque a mi sí. Me siento humillada e idiota. Usada. 




A final... ¿en qué se resume todo? En cobardía y egoísmo. Los hombres son cobardes, las mujeres lentas de reflejos, pero al final quien siempre corta (o en la mayoría de las ocasiones) somos nosotras. Porque un hombre ha dejado de desear a su pareja y no tiene las pelotas suficientes para plantar cara a la situación y decírselo. Y entonces se escabulle y busca dobles vidas y es perfectamente capaz de llevarlas en paralelo. Es como si no le supusiese ningún problema. Una mujer ante una cosa similar alucina. Nosotras cogemos las riendas de nuestra vida y aunque sea doloroso, tiramos para adelante con lo que sea para reconquistar la autoestima que te dejan maltratada y la única vida que vamos a vivir. Y la queremos vivir bien. Porque sí que hay algo que ha cambiado con respecto a la serie "Masters of Sex" y su época: ahora somos perfectamente capaces de vivir solas y disfrutar de ello, sin necesitar a un hombre a nuestro lado para completarnos porque somos completas por nosotras mismas. 


Un hombre no cambia su vida por cobardía y egoísmo, no se pone el mundo por montera, decide que ya ha tenido suficiente de eso y que quiere vivir una vida plena. Estoy generalizando, lo sé, pero es impresionante la cantidad de casos de hombres que ponen los cuernos a sus mujeres y mantienen relaciones extramatrimoniales completamente disociadas de su vida de pareja y no les supone ningún problema moral. Ni piensan en cosas como: y si le estoy poniendo los cuernos a mi pareja y no es algo esporádico, sino que es mantenido en el tiempo y además con tintes de ser una relación pseudo normal.... no será que hay algo que ya no cuadra con mi pareja? pues señores.... NO LO PIENSAN!!! no renuncian por cobardía a ninguna de las 2 cosas. Porque en el fondo... ¿si puedo tener las 2 cosas por qué conformarme con una sola? Impresionante.


¿Y aquellos que te prometen el oro y el moro, sólo para cumplir sus secretas fantasías? ¿que suenan tan convincentes que llega un momento que cedes, aunque sea un poco, y te lo crees.? Y cuando todo ha acabado porque en el fondo no eras más que el instrumento de su fantasía y jamás te han mirado como alguien importante, no saben cómo cortar. Se deshacen en excusas: es que estoy cansado, es que llevo una mala racha y no tengo ganas de nada, es que hiciste cosas que no me gustaron pero te perdono, aunque necesite tiempo para superarlo... eso ya es surrealista. Culpándote a ti de su falta de deseo hacia ti y no teniendo la hombría suficiente como para reconocer la verdad. Que se acabó. Que no tienen ganas. Que te mintieron punto.


Hay otros. Otros que se hacen pajas mentales e intentan conquistarte de formas que a ti ni si quiera te van, fingiendo un interés desmedido por ti (falso, por cierto). Porque están enamorados de la idea, no de ti. Como los anteriores, que estaban enamorados de la idea que tenían de ti, de mujer especial sólo que estos están enamorados de la idea del cortejo a la antigua. Todos tienen unos rígidos parámetros en la cabeza de qué es lo que quieren y cómo, sin darse cuenta de que eso no funciona así. Esos van de flor en flor intentando venderte una moto que de antemano jamas vas a comprar. Bueno sí, hay algunas que la compran. Y otras que vemos cómo han comprado una moto que aun estando con ellas te han intentado vender a ti también o a otras. 


Al final vuelves a la humillación. De que no te miren con deseo, de que no te traten como te mereces, de que te mientan , de que te usen para cumplir sus fantasías sexuales, románticas o enfermas y tú no te hayas dado cuenta. Es entonces cuando te sientes completamente humillada y aparece la ira. Ahora, nosotras los mandamos a la mismísima mierda. Ellos no. Ellos encima intentan parar el golpe añadiendo más mierda en forma de mentiras. Intentando no afrontar con sinceridad sus vidas y arrastrándote a ti en ellas. Si te dejas, claro....




PD: como siempre, generalizo. Ya sé que no todos son iguales. :D