lunes, 17 de septiembre de 2012

Chicas Disney

Es absurdo pensar que este mundo esta hecho para mi. Ya sé que no. Nací en él, me crié en él, pero nada más. No soy la princesa de ningún cuento ni quiero ser la reina de la vida de nadie. Sólo quiero ser dueña y señora de mis actos, de mis pensamientos y de mis decisiones. No soy la media naranja de otro, ni el alma gemela. No soy una chica Disney. Ninguna lo somos. Pero... Por qué ese empeño? Por qué no se nos enseña en esta vida lo que es lo importante?

En esta vida aprendemos muchas cosas, pero nadie nos enseña nada de inteligencia emocional. De ser felices sólo por ser, por existir. No necesitamos más. No necesitamos un marido, unos hijos, una carrera profesional exitosa, 3 coches, 2 perros... Necesitamos, en cambio, la aceptacion de nosotros mismos tal y como somos; querernos a nosotros mismos tal y como somos. Y los que vengan, que sean un más a más. Un delicioso añadido a nuestra vida plena y feliz. No, señoras. No somos chicas Disney. No necesitamos de ningún príncipe azul merced del cual abandonar nuestras vidas para, despreocupadamente, vagar por el mundo. No hay que dejar que nos convenzan de que en el fondo seríamos más felices poniendo nuestro ser en manos de otro, siendo cuidadas, mimadas, protegidas y llevadas. Yo no necesito que me cuiden, necesito que me respeten. Necesito que comprendan cómo soy, con mis penas y glorias, fracasos y victorias.

Libros como "Crepúsculo" o "50 sombras de Grey" no hacen más que vejarnos y enseñar a las generaciones venideras que somos despojos sin valor, que sólo somos en cuanto que un hombre nos hace ser. Y no, YO soy. Independientemente de quien se cruce en mi camino. No voy a abandonar mi vida por un hombre y menos si es él quien lo pide. Y a estas alturas, no creo que venga ninguno a decirme que va a contarme un cuento, el maravilloso cuento de "de qué va la vida". Que vaya a enseñarme a disfrutar de la vida porque ya sé cómo hacerlo. Otra cosa es que lo consiga. Sólo quiero ser feliz con mi vida y, como mucho, tener un compañero de viaje. Nada más. No soy de reglas establecidas, aunque me haya dado cuenta demasiado tarde. Aun puedo remediarlo.

Por favor, a las demás, a todas vosotras: valeís por vosotras mismas. Nadie tiene que venir a esta vida a dotaros de valor. Lo tenéis simplemente por ser, existir y vivir.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Pertenecer

La musica es suave, relajante. Me transporta mas alla de mis sentidos y eleva mi consciencia al nivel de lo onirico. Siento que me hago agua, que fluyo a traves de mi cuerpo; se deshacen mis pies, mis piernas, mi pelvis, mi tripa.... Asciende el liquido en oleadas tranquilas, envolventes y fluyo con él. Soy agua, cálida y mansa. Agua que se desparrama, que se libera y busca rendijas y escondrijos, oquedades que arropar con su manto de paz. Espuma suave que forma un cuerpo, que ansía el contacto de otro cuerpo, fundirse en él, poseerlo y hallar la calma en las reverberaciones de la vida que al igual que el agua, fluye dentro de él. Ser uno, un todo; ser descanso y tormento, dulce tormento de las horas que la vida nos regala. Aun separados somos uno, fluctuando al compás de la energía primitiva que brota de lo mas profunde del ser. Quiero ser y pertenecer a tu piel, a tus ojos, a tus labios, a tus manos, a tu mente. Quiero invadirte, poseerte, beber con tu bova y tocar con tus manos; ver el mundo con tus ojos. Sentir que se para el tiempo cuando estas, aislarme de todo, abstraerme de mi misma, pertenecer.