miércoles, 25 de enero de 2012

Tremendo dilema

Hoy amanece un día precioso en Madrid. Y a mi se me plantea un nuevo dilema: hacer o no efectivas mis fantasías. Y lo mejor: ¿cómo? Por más que le doy vueltas sé que no tengo solución. Soy una tímida patológica. A mi me mandan de vacaciones sola a una playa llena de gente y o se me acerca alguien y me da palique o me vuelvo al cabo de un mes sin haber cruzado palabra ni con la palmera del paseo. Quién lo diría, ¿verdad? Pues es verdad. Así que siempre, para correrías varias, me gusta ir acompañada por alguien conocido. Pero en cualquier ámbito, ¿eh? cuando menos en el terreno sexual. Eso de las macroquedadas con gente que no conozco de nada no es lo mío, y menos si son quedadas con gente que has conocido en un ambiente un poco llamémoslo raro. En el fondo todos deben estar pensando cómo te la van a clavar y qué guarradas estás dispuesta a hacer. Tierra trágame, diría yo.

El tema es que he ido a locales de ambiente liberal 1000 veces y siempre me ocurre lo mismo. Sóla ni de coña y acompañada... acompañada por gente que conozco y en la puerta me entra el pánico escénico y tengo que esperar medio agazapada a que no haya nadie en la calle para entrar. Y ya si coincido con alguien más en el momento de entrar o cuando estás pagando me pongo a morir y tengo que agachar la cabeza del apuro que me entra. Lo que son las cosas. Una vez dentro, se me pasa. Ya metida en harina el tema es diferente y me desinhibo completamente para ser yo misma (claro, que lo otro también es ser una misma, la cagada de miedo). Pero en fin, que se me pasa. El tema es que por este miedo o esta vergüenza patológica me pierdo y me he perdido muchas cosas. Recuerdo una vez que por email 3 chicos amigos entre ellos me propusieron quedar con ellos para tener sexo y me eché atrás a pesar de las ganas que tenía y del morbo que me producía. Si hubiera ido con alguna amiga... pero ¿yo sola? salgo pitando. O me atizo 3 copas y voy que me caigo o imposible.

¿Se puede ser más subnormal? Probablemente no soy la única a la que le pasan estas cosas, pero la superación de este hecho me parece cuando menos ciencia ficción, porque he sido así toda mi vida. A veces le echo huevos y momentáneamente parece que me he vuelto la tía más echada para adelante que hay, pero son las menos veces. Así que tendré que ir practicando y pidiéndoles a mis contertulios paciencia, porque no les queda otra.

lunes, 23 de enero de 2012

El sofá de terciopelo verde

Llevo varios días pensando en comprarme un cómodo sofá para mi despacho. Igual puedo encajarlo entre la mesa de reuniones y mi mesa... No lo tengo muy claro. Lo que sí que visualizo es el sillón en sí mismo, más como una idea que como una realidad tangible. Sí, porque al final visualizo el un sofá de terciopelo verde, como antiguo, cómodo y usado. No sé si puede quedar muy bien en mi despacho, pero es el sofá que me gustaría tener.

Ay, si, un sofá donde echarme un sueñecito, donde reposar los problemas. Fantaseaba, además, con la idea de someter a algún cliente despistado a mis fantasías más sucias porque (y no lo voy a negar), lo que mas me motiva de tener el sofá es que si se tercia la oportunidad de echar un buen polvo en el trabajo tenga donde hacerlo. Porque si no, cómo? Apoyada en la mesa mientras me montan por detrás? O tumbada con él de pie? Son opciones.... Pero no sé si será por la edad o por lo que implica, pero a mi me gusta más follar en un sofá. Ser yo la que monta en vez de ser montada, la que manda, la que decide cuándo, cómo y de qué forma se va a correr el objeto de mi deseo.

Fantaseaba, por qué no, con montármelo con un completo desconocido. Abrirle la puerta del despacho, avergonzada perdida por lo que pienso y por lo que yo sé que él sabe que yo pienso... Y terminar follando como locos en mi sofá de terciopelo verde. Susurrandole lo puta que me siento en su oído, lo cachonda que estoy; ahogando gemidos y reprimiendo los gritos que pugnan por salir con cada embestida de su polla, no vayan a oirnos mis compañeros.

No puedo dejar de pensar en mi sofá de terciopelo verde, en el desconocido y en las ganas de follar que tengo. Le diría luego "adiós, muy buenas" cuando nos corriésemos? No lo sé, probablemente preferiría que no dijera nada, que llegara, me follara y se fuese. Asi me quedaría con ganas de más, por lo menos ganas de oír su voz diciéndome lo que le excito, lo puta que soy y todo lo que me va a hacer la próxima vez que venga a visitarme.

No sé, cada vez tengo más ganas de comprarme ese sofá de terciopelo verde.

sábado, 21 de enero de 2012

Locales de intercambio

Después de una semana muy estresante, el jueves ya no podía mas y le dije a mi pareja que estaba de los nervios. El, bastante solícito, me dijo que por que no salíamos a tomar algo para que me despejara o por que no íbamos al cine... Y yo le dije que lo único que me quitaba a mi ese estrés era o irme de compras y quemar la Visa (difícil, teniendo en cuenta que eran las 10 de la noche) o pasarme toda la noche follando. El tan contento me dice: pues vamos a echar un polvo! Pero a mi me apetecía algo un poco mas fuerte y lejos de mi casa, que me estresaba tanto como el propio trabajo. Asi que le propuse ir a un local de intercambio y accedió tan contento.Después de picar algo por ahí, a eso de las 23:30, nos acercamos a un local que ya habíamos frecuentado alguna vez. Entramos, nos pedimos una copa y ya todo fue decepción. Hacia frío y claro, no apetecía nada desnudarse... Pero es que el ambiente tampoco acompañaba. Poca gente y bastante madura. No tengo nada en contra de las personas mayores de 60, pero para cumplir mis fantasías no me sirven... Vamos, que no me ponen nada. Estuvimos algo mas de una hora y todo lo que llegaba era del mismo estilo, muy mayores y nada atractivos. Para un chico majete que entro se puso a hablar con la camarera y no paraba. Asi que con las mismas, nos volvimos a casa.... Mi gozo en un pozo. Y asi, al estrés le sume que dormí fatal porque de verdad, necesitaba haberme pegado follando 3 horas mínimo. Y en casa, con toda la población que tenemos, imposible.En fin, mi chico, frustrado, me decía que al final es lo de siempre: para pasarlo bien hay que quedar de antemano con gente que ya sepas que te gusta, porque si no pagas para volverte a 2 velas y con una frustración de cojones. Asi que nada, a ver si la próxima hay mas suerte!

lunes, 16 de enero de 2012

De amigas

Hablaba el sábado con una amiga de mis inquietudes y me di cuenta de lo diferentes que somos unos de otros. Mi amiga, que ha estado con bastantes personas (chicas incluidas) me confesaba que su novio siempre tenia ganas de follar y que ella no. Que ademas, ella tiene que ducharse antes de echar un polvo porque si no, no se sentía a gusto y eso a su novio le parecía rarísimo.la verdad es que a mi también. ¿Como puede alguien tener una mente tan abierta que se tire a todo lo que se menea, hombre o mujer, y luego andarse con remilgos y necesitar ducharse antes de follar? ¿Pero que es esto? Claro, vengo de otro planeta... Para mi el sexo es básico, primario, animal. No me da ningún asco. Vamos, que me viene a mi alguien con el rollito de las duchas y me da algo. Me corta el rollo total. Si a mi me pone cachonda hasta el olor a hombre, a sudor (hombre, no de ese en plan revenido, pero si el normal del día a día). No lo entiendo. El sexo es disfrutar, pasarselo bien. No digo que yo no exija un mínimo de higiene, pero esa gente que es capaz de acostarse con alguien y a la vez decir que le da asco comerle el coño o hacerle una mamada me descoloca. No lo entiendo. O que tienen que hacerlo siempre en determinada postura o solo en la cama, o siempre bajo un millón de premisas que mira, oye, yo lo que quiero es joder un ratito y pasarmelo bien, no hacer un master en kamasutra. En fin, que el mundo es raro...

sábado, 14 de enero de 2012

Aburrimiento

¡Ay! qué día tan aburrido... estoy salida perdida pero sin ninguna gana de montarmelo con mi pareja. Debe ser que nos tenemos muy vistos... necesito algo que me dé vidilla. Y es que quiero mucho a mi pareja, no me malinterprete nadie, pero no es mi media naranja sexualmente hablando. Follamos, sí, y lo pasamos muy bien y es muy divertido. Pero no somos 100% compatibles. ¿No os ha pasado nunca? no me dan ganas de follar con él en cualquier sitio, en cualquier circunstancia... no nos entendemos con la miradas, no me pone cachonda con sólo con una sonrisa. No cruzamos miradas y ya sabemos lo que queremos y cómo (el cuando es ese mismo instante). No siento una corriente eléctrica entre él y yo que me mantiene permanentemente alerta por si podemos echar un polvo en cualquier momento.

Algunos creen que soy una exagerada, pero eso es que no lo han vivido. Soy de la opinión de que lo que yo pido, ese grado de compatibilidad o química con una persona, o te pasa una vez en la vida o no te pasa nunca. A la mayoría no les pasa, a muy pocos les pasa con sus parejas (a casi ninguno) y a otros pocos les ha pasado con alguna pareja con la que ya no están. Como es mi caso. ¿Y por qué no estoy con esa pareja? pues porque sólo nos unía eso. Y aunque era tremendo y brutal, el sexo no es lo único que sujeta a una pareja. Estoy enamorada de mi actual pareja, pero el sexo con él es normal, bueno... pero no me vuelve del revés como el otro. Era algo espectacular.

El problema es que después de 12 años hace poco vi a ese otro y desde entonces no puedo pensar en otra cosa que en él. En tirármelo de todas las formas y posturas posibles, en todos los lugares que podamos... vamos, que no doy pie con bola. Y en esas llevo toda la tarde, con un calentón de miedo y sabiendo que no tengo nada que hacer. Verdaderamente, qué aburrimiento.

jueves, 12 de enero de 2012

Así es la vida

Cada vez estoy más en contra de la idea del matrimonio Disney que se nos vende de pequeños, sobre todo a nosotras, las chicas. Al final (y al principio) no existe el matrimonio de perfecto, digno de una comedia romántica. Existe la pareja con sus miserias y alegrías, y cada una es diferente a las demás. Cada una con sus pactos, sus acuerdos, sus momentos válidos... Pero nosotros nos empeñamos en encasillarnos, en decir que el matrimonio siempre es lo mismo, siempre es igual para todos; a todos nos molesta lo mismo, las mujeres somos todas iguales, nos molestan las mismas cosas; los hombres son todos dejados, mujeriegos y les gusta el fútbol; las mujeres no perdonaríamos una infidelidad... ¡Oh! ¡qué aburrido! y además, qué gran mentira.

El mundo es variado y así son sus parejas. Parejas abiertas, cerradas, celosas, modernas, antiguas, machistas... hay de todo, como en botica, que decía mi madre. Nadie entiende, por ejemplo, que esté casada con un hombre al que le pone irse a la cama con otros hombres pero que, a la vez, se excite conmigo y disfrutemos en la cama. No entienden que yo respete que de vez en cuando tenga sus momentos de esparcimiento siempre y cuando me los cuente. Tampoco entienden que eso me excite. Ni que él me dé cierta libertad si yo quiero estar con otro. Puede que les parezca raro si les cuento que nos gustan los tríos con otro hombre en los que nos lo follemos los 2, y que yo disfrute viéndoles juntos tanto como mi marido viéndome follada por otro.

Así es la vida.

PD: cuál es vuestra pareja? ¿abierta?¿cerrada?¿qué os gusta? ¿os atrevéis a alimentar mi fantasía?

lunes, 2 de enero de 2012

Primer acto

O primera entrada de este blog, que para el caso es lo mismo. Una nunca sabe cómo empezar un blog y menos cuando es como este. Pero el propósito es... sobre todo derribar mitos. Las mujeres, o muchas de nosotras, disfrutamos y necesitamos el sexo tanto o más que los hombres. ¿Por qué va a ser al revés? ¿No será que las mujeres se han negado sistemáticamente a mantener relaciones con sus maridos porque eran tan ineptos en materia sexual que no se sentían satisfechas? Porque una cosa está clara: una vez pruebas el buen sexo, el mejor, no eres capaz de dejarlo. Es como una droga que engancha, que no entiende de nada más que no sea disfrutar y sentir placer por todos los poros de la piel.

El que las mujeres no disfrutemos del sexo como los hombres es una idea machista que se inventaron algunos para no tener que molestarse en la cama y esconder su falta de técnica, su nulo arte amatorio. Así, nos culpaban a las mujeres de no tener deseo sexual y poco menos que nos convencieron de que no disfrutábamos igual del sexo que ellos, que ellos tenían unas "necesidades" de las que las mujeres carecíamos (lo que significaba tener carta blanca para tirarse a todo aquello que se meneara) y nosotras, pobres de nosotras, parece que nos lo creíamos.

Pero no. Yo nunca he entendido de estas cosas... yo siempre he seguido mi instinto y lo que me pedía el cuerpo. Y nunca creí ni estar haciendo algo malo, ni pecaminoso. Sí me sentí por momentos distinta, pero ahora ya sé que no, que muchas somos así. Muchas disfrutamos del sexo sin tapujos ni tabúes, nos gusta pasarlo bien, experimentar, ser nosotras mismas las que establecemos nuestros límites y las que hacemos lo que nos gusta o apetece en la cama. O fuera de ella. O donde pille.

Desmontemos el mito, para eso estamos aquí.

Pasen y vean.

Lady Lazy