lunes, 21 de mayo de 2012

La catarsis y el puzzle

Hoy ha sido el día en el que han encajado todas las piezas del puzzle,en el que por fin he escuchado ese clic que ha colocado todo en mi cabeza y ha dado sentido a lo que pensaba y sentía. Hoy se ha completado el proceso catárquico que inicié hace unos meses y que por fin ha finalizado, dejando lugar a una nueva yo, dispuesta a renacer. Porque a veces es necesario morir para nacer de nuevo, deshacerse para reconstruirse, perderse para encontrarse. Ahora ya puedo mirar cara a cara a mi nueva yo, la que ha superado sola la prueba, la que ha seguido su instinto y ha triunfado, la que se encuentra plena, limpia y renovada.

Sería injusto decir que lo he hecho sola: no ha sido así. Me han acompañado buenos amigos en el camino, otros han participado en él sin saberlo. A todos ellos, gracias; me habéis enseñado un montón, me habéis abierto una nueva dimensión de la vida. Pero al final, y eso lamento decirlo, he sido yo sola la que ha obrado el cambio. Y sé que no está completado todavía. Soy la mariposa que acaba de salir del capullo y aún tengo que terminar de hacerme, aunque ahora sé que estoy en el buen camino.

Ahora veo todo claro, he seguido a mi intuición, me he deshecho del ruido y he escuchado dentro de mi. He ahogado los gritos de mi cabeza, siempre tan racional, siempre tan ordenada, para abrirme a mis tripas. Y por fin les he hecho caso... Mi intuición no me fallaba. Ella sabe quién soy yo mejor que yo misma y me ha explicado tantas cosas, tantas.... Me ha enseñado a quererme, a escucharme, a ser consciente de que no debo tenerme miedo. Me tenía tanto miedo que estaba paralizada, descolocada. Pero ya no, ya no sufro, ya sé quién soy y dónde estoy. Ya no tengo miedo de mi misma.

Parece una incongruencia, pero tenía miedo de mi. Sobre todo, porque no me conocía y es ahora cuando me empiezo a conocer. Ahora sé que soy un ser libre, que estoy llena de energía bonita y poderosa, que nadie la puede poseer y que la grandeza de quererme, es dejarme ser libre.Que mi energía fluya sola, llegando a los demás en su justa medida. No tengo que tener miedo de mi, soy capaz de muchas cosas, entre ellas, de ser feliz. Soy capaz de amar intensamente, de sentir intensamente, de ser intensamente. Pero eso sí, eso lo he visto claro: tengo que ser yo la que ponga los límites y las medidas, la que se sienta cómoda dando y recibiendo. No me pueden atar, poseer, encerrar, pues me marchito y me muero de pena. Y ya no más: ya no. Ya no consiento que me dominen y decidan por mi, como si fuera una niña pequeña, como si no tuviera valor, como si no supiera de qué va el mundo. Yo sí sé; y sé mucho.

Así que, por todo y por ello, gracias a todos. A los que habéis contribuido con vuestro granito de arena a ponerme en el camino, a hacerme ver lo que es importante. A darme cuenta de que merezco la pena. A ver que pueden pasar muchas cosas que podemos o no podemos controlar, pero que lo que siempre podremos elegir es la actitud con la que nos enfrentamos a la vida. Y yo elijo ser feliz.

Vosotros?

2 comentarios:

  1. Nos alegramos de que hayas cogido la senda del ave Fénix. Ahora toca retomar tu vida con más energía y con la sabiduría de la experiencia vivida. Y nadie mejor que tú para saber lo que mejor te conviene.

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  2. Gracias, como siempre, por estar ahi. Sois muy grandes los 2!!

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