martes, 22 de mayo de 2012

TABUrete

Era una de esas noches en las que me sentía en racha, plena de confianza en mi misma. Sentía una corriente eléctrica que me recorría desde la punta de la cabeza hasta los pies, creando un circuito imposible. Enfundada en un ajustado vestido negro, medias a medio muslo, sin ropa interior y zapatos de taconazo altísimo, me movía como una pantera en celo. A ello ayudaba la sensación de novedad, de no saber qué me esperaba, y la experiencia de C que me llamaba poderosamente la atención. Entramos en el local y estaba abarrotado de gente y yo, escondida detrás de la espalda de C, podía observar sin ser vista. Olía a sexo y a excitación y mis hormonas se dispararon.

"Maldita electricidad" me dije. Desde que nos habíamos visto, sentía las ondas magnéticas entre nosotros fortísimas, como nunca me había pasado. No es que sea algo habitual, pero sí me pasaba a veces. Estaba orbitando a su alrededor, como un planeta. Ni cerca ni lejos, simplemente orbitaba.... Esa noche estaba por sentir, sentir por todos y cada uno de los poros de mi cuerpo, de las fibras de mi ser y estaba en racha, lo sabía.

Habia demasiada gente, pero fuimos encontrando nuestro lugar. Se empezaron a acercar personas, charlamos, salimos a fumar, pero esa electricidad, ese cordón umbilical que se había establecido entre ambos no desaparecía. Daba igual si estábamos juntos o separados, las miradas cómplices fueron una constante, los gestos sobreentendidos, las palabras dichas a media voz. Y la sensación permamente de hembra en celo apegada al macho alfa de la manada. Eso era lo que más me excitaba de todo. Por mucho que otros intentaron establecer contacto, mis sentidos sólo estaban en orden para él. Cuando la presión de la multitud se hizo insoportable, pasamos dentro, a la oscuridad, a la tranquilidad de sabernos el uno con el otro.

Me tendí en una de las camas corridas y él lo hizo conmigo. No tardamos ni un segundo en enredarnos, con ansiedad, como siempre que estaba con él. Sus manos grandes y calientes subieron mi falda y se adentraron entre mis piernas, arrancándome gemidos que no sabía ni que pudieran existir dentro de mi. Lentamente, bajó rodeando mi cuerpo, abrio mis muslos y comenzó a lamerme, despacio, muy despacio... yo empecé a entrar en mi dimensión, en la mía propia, en la que entro cuando estoy tan excitada que me dejo ir. Y ya no sé qué me estaba haciendo, sólo que no tardé en llegar al clímax y tuve que avisarle, porque estaba cerca de ser pateado por mi.

Nos quedamos tendidos, yo todavía meciéndome por las ondas y las leves sacudidas del orgasmo, él acariciándome como tanto me gusta. Hasta que nos levantamos para reconocer un poco el terreno, ver cómo evolucionaba la noche. Los cortos paseos nos devolvieron al oscuro pasillo y cuando vi el taburete, no lo pensé 2 veces y me senté. Los tacones me estaban matando y el magnetismo creado me tenía en otra dimensión. Necesitaba descansar, tantas sensaciones me abrumaban. Él se colocó frente a mi y me di cuenta de que seguía poseída por su magnetismo. Abrió mis piernas sin encontrar resistencia y comenzó a hablarme. Yo le oía, entendía sus palabras, pero no era capaz de registrarlas en mi cabeza. Sus manos se acercaron a mis costados y comencé a temblar, aun antes de que me tocara. Pasaba sus manos por mi cuerpo y notaba tal intensidad en sus caricias que no podía creer que no me tocara, que fuera sólo la electricidad, las ondas que emanaban nuestros cuerpos. Cuando ensartó su polla dentro de mi, el calor que sentí fue inmenso, como si me taladrase las entrañas. La fusión fue perfecta y entonces, justo entonces, terminó de írseme la cabeza.....

Ahora, tiempo después, siento que he recuperado mi cabeza aun a costa de perder la electricidad. Gracias por una noche fantástica, de las que recordaré toda la vida.

2 comentarios:

  1. Lo recuerdo perfectamente todo.... ufffffffffff!!!!

    Una de las experiencias que jamás olvidaré, sin lugar a dudas.

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  2. Qué decir!!! una experiencia que todavía llena mis noches y mi cabeza... gracias de nuevo por hacerla inolvidable.

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