
Además, el resto no termina de entenderme cuando digo lo que siento, sobre todo si lo que siento es contrario a lo que piensa la mayoría. Mis amigas, que ya están más acostumbradas y saben que fallo poco (por no decir nada), ya se han acostumbrado y eso me permite hablar con más libertad y sin temor a ser tachada de loca o rara; con el resto de personas, es otra cosa. Así que me suelo morder la lengua y ocupar un discreto segundo plano cuando mi feeling me lleva a pensar diferente de la mayoría, no vaya a crear suspicacias o hacer que esto se vuelva en mi contra.
Me intento poner en el lugar de los otros y les entiendo, es difícil dar crédito muchas veces a lo que digo, pero ni yo misma soy capaz de explicarlo en ciertas ocasiones. Es algo que siento en las tripas y me hace tener buen rollo o mal rollo. Se expande por mi cuerpo, poco a poco.... y si el sentimiento es bueno, es genial, porque sintonizo en seguida. Cuanto mejor rollo me da una persona, más lo siento, más me llena y más lo disfruto. Pero si es lo contrario, el desasosiego me invade y cuanto más trato a esa persona más incómoda me siento. Y lo peor es que muchas veces no sé explicar por qué es, es sólo la sensación de que algo no encaja, no funciona..... ´
Aun así, como en todo hay grados. Y lo que yo sienta con respecto a una persona puede ser sólo algo relativo a mi persona o ser algo en general. Quiero decir, que huelo a los que son cabrones en general y a los que no encajan conmigo en particular, que puedo discernir entre lo que va sólo conmigo o lo que va con todo el mundo. Lo único es que cuando alguien no es trigo limpio conmigo, suele no serlo en general, aunque en distintos grados; igual que al revés, el que es buena gente normalmente lo es conmigo y con el resto. Y esto es lo que me lleva a veces a tener problemas.
Pues si eres una bruja, tu destino es arder. Y ayudarte a cumplir tu destino debe ser toda una experiencia.
ResponderEliminarNo se me ocurre mejor destino, la verdad......
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