lunes, 23 de enero de 2012

El sofá de terciopelo verde

Llevo varios días pensando en comprarme un cómodo sofá para mi despacho. Igual puedo encajarlo entre la mesa de reuniones y mi mesa... No lo tengo muy claro. Lo que sí que visualizo es el sillón en sí mismo, más como una idea que como una realidad tangible. Sí, porque al final visualizo el un sofá de terciopelo verde, como antiguo, cómodo y usado. No sé si puede quedar muy bien en mi despacho, pero es el sofá que me gustaría tener.

Ay, si, un sofá donde echarme un sueñecito, donde reposar los problemas. Fantaseaba, además, con la idea de someter a algún cliente despistado a mis fantasías más sucias porque (y no lo voy a negar), lo que mas me motiva de tener el sofá es que si se tercia la oportunidad de echar un buen polvo en el trabajo tenga donde hacerlo. Porque si no, cómo? Apoyada en la mesa mientras me montan por detrás? O tumbada con él de pie? Son opciones.... Pero no sé si será por la edad o por lo que implica, pero a mi me gusta más follar en un sofá. Ser yo la que monta en vez de ser montada, la que manda, la que decide cuándo, cómo y de qué forma se va a correr el objeto de mi deseo.

Fantaseaba, por qué no, con montármelo con un completo desconocido. Abrirle la puerta del despacho, avergonzada perdida por lo que pienso y por lo que yo sé que él sabe que yo pienso... Y terminar follando como locos en mi sofá de terciopelo verde. Susurrandole lo puta que me siento en su oído, lo cachonda que estoy; ahogando gemidos y reprimiendo los gritos que pugnan por salir con cada embestida de su polla, no vayan a oirnos mis compañeros.

No puedo dejar de pensar en mi sofá de terciopelo verde, en el desconocido y en las ganas de follar que tengo. Le diría luego "adiós, muy buenas" cuando nos corriésemos? No lo sé, probablemente preferiría que no dijera nada, que llegara, me follara y se fuese. Asi me quedaría con ganas de más, por lo menos ganas de oír su voz diciéndome lo que le excito, lo puta que soy y todo lo que me va a hacer la próxima vez que venga a visitarme.

No sé, cada vez tengo más ganas de comprarme ese sofá de terciopelo verde.

2 comentarios:

  1. Si me lo permites, me encantaria ser ese cliente, ese que te conoce o cree saber de tus fantasias, ese que sabe que tu mente no deja de desabrocharle hasta la última prenda, ese que sabe que no te lanzarás a su cuello según le veas porque eres demasiado íntegra para dejarte ver asi. Pero yo lo se todo, se que estás ardiendo, se que no dejas de mirar ese sofa verde con el rabillo del ojo, por muy fria que pretendas ser en la recepción yo lo notaré y podré disfrutar viendo como aprietas los muslos con evidente deseo.
    Estas chorreando y lo se, te digo moviendo los labios sin emitir sin sonido, solo ante tu mirada incrédula, solo ante el morbo que cada vez te hace mas y mas tuya.
    Me está encantando entretenerme hablando con unos y con otros mientras tu ya no puedes aguantar mas el deseo de ser follada, de estrenar ese maldito sofa que tan cachonda te tiene desde que lo llevaste hace muy poco a la oficina.
    Con sigilo y ante la mirada de todos, te pregunto, "señora, le parece bien si mientras usted termina le espero en su despacho?". Tu mente se desfigura porque acabas de perder el control, tienes a un desconocido deseando follarte, que sabe perfectamente que estas cachona como una verdadera puta sentado en tu sillón!!!!

    Sabes? me encantará ver tu cara cuando aparte la chaqueta que tengo sobre las piernas.

    Gracias por esta masturbación tan maravillosa que me has provocado Lady Lazy.

    ResponderEliminar
  2. De nada, precioso! Sigue inspirándome más entradas para mi blog...

    Besitos!

    ResponderEliminar